Declaración del PCPE y los CJC ante la desconvocatoria de la pasada huelga indefinida en la minería.
Después de dos meses de
lucha de los mineros para enfrentar las pretensiones del gobierno de la
oligarquía de cerrar la minería los sindicatos han decidido, el jueves 2
de agosto, desconvocar la huelga a pesar de que el gobierno mantiene el
recorte anunciado al sector que supondrá a medio plazo el cierre de la
minería en nuestro país.
Desde el PCPE y los CJC
queremos trasladar a los trabajadores de la minería nuestro apoyo y
solidaridad, tal como lo hemos venido haciendo desde el inicio de la
lucha, y nuestro convencimiento de que el camino iniciado el 1 de Junio
no terminará aquí. Las causas que provocaron la huelga persisten, el
plan de cierre decretado por la UE y la voluntad del gobierno de
aplicarlo son expresión de la estrategia de la oligarquía para cargar
sobre las espaldas de la clase obrera las consecuencias de la crisis. El
capitalismo que hoy agoniza víctima de sus propias contradicciones, ha
lanzado una ofensiva contra la clase obrera y los sectores populares,
consciente de que sólo a través de la intensificación de la explotación
de la fuerza de trabajo y aboliendo los derechos conquistados por el
movimiento obrero, pueden los monopolios sortear la crisis capitalista.
La agresión que el Gobierno ha lanzado contra la minería del carbón es
prueba de que el capitalismo en su crisis estructural no sólo le es
imposible ceder las migajas necesarias para mantener la paz social,
como venía haciendo hasta ahora, si no que también pone en evidencia el
carácter de clase de Estado. Si el Capital no puede mantener el consenso
social por medio de los mecanismos que garantizaban que las cúpulas
sindicales mantuviesen sedada a la clase obrera con el señuelo del pacto
social y la colaboración de clases, el Estado con su aparato represivo
acudirá para imponer la necesaria paz social que tanto reclama la
oligarquía española.
La lucha de los mineros ha
puesto de relieve todos estos elementos que la burguesía pretendía
enterrar y ha mostrado a los trabajadores que sólo a través de la unidad
obrera y la lucha consecuente es posible pararle los pies a la
oligarquía. Y si bien la huelga ha sido desconvocada sin haberse
alcanzado los objetivos propuestos, esto en ningún caso debe
interpretase como una derrota de los trabajadores que durante dos meses
han parado Asturies y las zonas mineras de León, que han mostrado una
combatividad y dignidad en la defensa de sus derechos y del conjunto de
la clase que ha merecido la más amplia solidaridad de todos los
trabajadores, que ha provocado concentraciones de apoyo en fábricas a
lo largo de todo el país, manifestaciones de solidaridad en multitud de
ciudades, cientos de comunicados desde todos los rincones del mundo y
que ha conseguido romper el silencio mediático que los monopolios de la
información habían impuesto a esta importante lucha que la vanguardia
de la clase obrera libraba contra el Capital en las cuencas mineras. Por
todo ello, desde el PCPE y los CJC afirmamos que los trabajadores que
han conseguido tal grado de movilización y apoyo popular no han sido
derrotados. Al contrario, la clase obrera ha salido fortalecida de esta
batalla, ha sido la estrategia del Pacto Social y la colaboración de
clases lo que ha sido desacreditado en esta confrontación, han sido
aquellos que pretende apuntalar un capitalismo decrépito que amenaza con
situar a las grandes mayorías populares en la más absoluta miseria los
que han sido derrotados.
Por ello, la clase obrera y
los trabajadores mineros deben sacar conclusiones de este importante
episodio de la lucha de clases en nuestro país, para afrontar en mejores
condiciones las batallas que están por librarse entre el Trabajo y el
Capital. Sacar conclusiones efectivas para la lucha no significa
resaltar únicamente los aspectos positivos que se fueron revelando en el
desarrollo del conflicto, sino que es principalmente, apuntar aquellos
elementos que han sido un obstáculo para elevar la lucha progresivamente
a un estadio superior que permitiese el avance de posiciones de los
trabajadores frente a las pretensiones de los monopolios y su gobierno.
En este sentido, es
necesario señalar la división sindical como elemento que ha debilitado
las posiciones de los trabajadores de la minería a lo largo del
conflicto. División sindical producto de actitudes de las cúpulas
sindicales que pretendían ganar un mayor protagonismo pero que en ningún
caso, respondían a divergencias en la estrategia pactista aplicada por
los sindicatos mayoritarios cuyas consecuencias padece hoy la clase
obrera en forma de reducción de salarios, incremento de la jornada
laboral, pérdida de derechos, etc. Sin duda, ello ha sido un elemento
que ha provocado un mayor desgaste entre los trabajadores que cada
mañana se encontraban en primera línea de las barricadas.
Es urgente la recuperación
de la unidad obrera entre los trabajadores, unidad que se debe de
construir desde la base, desde cada centro de trabajo, debatiendo y
organizando las acciones a llevar a cabo, discutiendo los objetivos de
la lucha que se lleva adelante, desarrollando para ello formas
organizativas entre los trabajadores que impulsen la iniciativa de los
mismos y que sean catalizador de los intereses objetivos de la clase
obrera. Los trabajadores y trabajadoras tienen ante sí la tarea de
recuperar el sindicalismo de clase y combativo, que adopte las formas
de lucha propias del movimiento obrero, que abandone la retórica del
Pacto Social y adopte una estrategia sindical orientada a fortalecer las
posiciones de la clase obrera frente a la oligarquía a través de la
movilización sostenida y ascendente, que genere poder obrero en cada
centro de trabajo. Desde el PCPE y los CJC llamamos a todos los
trabajadores a organizarse en cada fábrica en Comités de Unidad Obrera,
para hacer posible la superación de la actual división sindical e ir
creando las estructuras de poder obrero que permitan dar una respuesta
de masas a la nueva ofensiva que la oligarquía y su gobierno preparan
contra los derechos de la clase obrera y el pueblo trabajador.
La clase obrera debe de
tomar la iniciativa en la confrontación clasista unificando las luchas
de los trabajadores y trabajadoras en un frente obrero opuesto al bloque
oligárquico-burgués que nos explota, organizando la solidaridad con las
diferentes luchas y con las capas populares en defensa de los intereses
y derechos de la grandes mayorías, intensificando y elevando la lucha
en las próximas movilizaciones con el objetivo de avanzar hacia la
convocatoria de una nueva y urgente Huelga General, que dé una respuesta
acorde a las agresivas políticas del gobierno. La huelga de la minería
ha marcado el camino que el pueblo trabajador deberá transitar para
conquistar su futuro. La combatividad mostrada por los mineros y el
amplio apoyo popular recibido han confirmado, que hoy están creadas las
condiciones para generar un marco de alianzas que aglutine en un frente
antimonopolista a los sectores populares bajo la dirección de la clase
obrera. Un frente obrero y popular que enfrente las políticas del
gobierno de la oligarquía, que sitúe la salida de la UE, del Euro y la
OTAN, que avance decidido en el derrocamiento del régimen burgués y
asegure al pueblo trabajador unas condiciones de vida dignas, sólo
posibles con la construcción del socialismo –comunismo en nuestro país.
¡TODO PARA LA CLASE OBRERA!
¡NADA SE MUEVE SIN NUESTRO TRABAJO!