En diciembre de 2010 se aprueba en la Universidad de Oviedo por el Consejo Social la normativa de progreso y permanencia la cual establece los mínimos que los alumnos han de cumplir para poder continuar, una vez comenzados, con los estudios de grado y de máster. Esta normativa no deja de ser un elemento incoherente dentro del reglamento debido a que en un primer lugar se afirma que es necesario que para poder cursar el grado se han de aprobar 12 ECTS por curso hasta un total de 48ECTS en el cuarto curso como mínimo, mientras que más adelante se establece que al llegar al tercer curso se ha de disponer de 90 ECTS como mínimos de los cuales 48 ECTS tienen que corresponder obligatoriamente al curso de primero. Aunque ambas partes del reglamento expuestas sean contrarias y no se puedan aplicar a la vez, la Universidad ha comenzado este curso de 2014/2015 a aplicar aquella parte que le interesa más, es decir, esa en la que es necesario tener 48 ECTS de primero una vez alcanzado el tercer curso del grado negando así la continuidad en este a numerosos alumnos a la hora de realizar las matrículas o siendo aceptada esta en un primer momento para que se deniegue más tarde. Además de que en ningún momento se informó de que se comenzarían a adoptar este tipo de medidas, en ningún momento se ha contactado previamente con los alumnos afectados para poder proporcionar algún tipo de solución.
Desde el PCPE y los CJC entendemos que esta circunstancias son otro elemento más por el cual se pretende gestionar la excelencia académica que el propio EEES ya pretendió en su creación. El problema es que la excelencia académica no es una mejora de las evaluaciones como pretenden hacernos entender sino que lo que buscan este tipo de medidas es una mejora de los integrantes de los centros universitarios económicamente hablando eliminando así de la Universidad a los integrantes de la clase obrera y a los sectores más populares, en definitiva, aquellos que no podrán, si no es con serias dificultades, permitirse ingresar en la Universidad privada pasando a ser un número más en sus listas sin cualificar destinado a un futuro laboral rodeado de precariedad. Se denuncia que en ningún momento se estudian las circunstancias particulares de cada estudiante a la hora de denegarle la matrícula debido a que muchos de ellos ven serias dificultades al compaginar el trabajo y el estudio y debido al elevado coste de las matriculas (otra traba más para que los sectores populares accedan a unos estudios superiores y a una mejor formación) no pueden permitirse no aceptar la primera oferta de trabajo y perdiendo así tiempo de estudio. No se analiza que no todos los estudiantes tienen las mismas oportunidades a hora de estudiar ni pueden acceder a la misma calidad de estudio a la hora de preparar los exámenes. En definitiva, se denuncia otro intento más del sistema capitalista para negar poco a poco una educación a la clase obrera.
Desde el PCPE y los CJC apoyamos a todos los estudiantes afectados por esta situación y llamamos a la organización y al combate ante estas medidas mediante las cuales el sistema capitalista pretende hundirnos. Es necesario responder ante este tipo de circunstancias pero teniendo en todo momento presente que no son casos aislados ni mucho menos sino que responden a la necesidad del sistema capitalista de expulsar a la clase obrera de la Universidad. Hoy es el régimen de permanencia pero mañana nos volveremos a ver ahogados por las tasas, sin una educación de calidad debido a las diferentes reformas educativas y cada vez con menos centros públicos de modo que la organización en contra del sistema capitalista y que busque una defensa de la educación pública y de calidad al servicio de la clase obrera se vuelve más que una opción una necesidad.
Comité de PCPE Asturies y Comité de CJC-CMC Asturies